Perfil
Petra es un importante enclave arqueológico en Jordania, y la capital del antiguo reino nabateo. El nombre de Petra significa piedra en latín, y su nombre es perfectamente adecuado; no se trata de una ciudad construida con piedra, si no literalmente excavada y esculpida en la piedra.
El asentamiento de Petra se localiza en un valle angosto, al este del valle de la Aravá que se extiende desde el mar Muerto hasta el Golfo de Aqaba. Los restos más célebres de Petra son sin duda sus construcciones labradas en la misma roca del valle (hemispeos), en particular, los edificios conocidos como la Khazneh (el Tesoro) y el Deir (el Monasterio).
Para ver el Monasterio había que subir 800 escalones irregulares, se tardaba en subir entre 30 y 45 minutos. Yo no estaba para ese tipo de ejercicio, así que pasé de él. Se podía subir en burro, pagando claro, pero no me atreví.
Fundada en la antigüedad hacia el final de siglo VII a. de C. por los edomitas, fue ocupada en el siglo VI a. de C. por los nabateos que la hicieron prosperar gracias a su situación en la ruta de las caravanas que llevaban el incienso, las especias y otros productos de lujo entre Egipto, Siria, Arabia y el sur del Mediterráneo.
Hacia el siglo VIII, el cambio de las rutas comerciales y los terremotos sufridos, condujeron al abandono de la ciudad por sus habitantes. Cayó en el olvido en la era moderna, y el lugar fue redescubierto para el mundo occidental por un explorador suizo Johann Ludwig Burckhardt en 1812.
Numerosos edificios cuyas fachadas están directamente esculpidas en la roca, forman un conjunto monumental único que a partir del 6 de diciembre de 1985, está inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. La zona que rodea el lugar es también, desde 1993, Parque Nacional arqueológico.
Desde el 7 de julio de 2007, Petra forma parte de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo, quedando en el 2° lugar en la lista.
Para que la UNESCO la declarase Patrimonio Mundial, exigió que los habitantes que vivían en cuevas de ese enclave, las abandonaran.
El gobierno les construyo un nuevo pueblo en las proximidades, y les garantizó en exclusiva la explotación de todos los negocios que hay en Petra.
Este es pueblo de Wadi Moussa (Valle de Moisés)
Voy a tratar de hacer un pequeño monográfico sobre Petra, se lo merece. Muchas de las notas y datos los he sacado del libro sobre Petra de Jane Taylor, por lo tanto el mérito mío casi solo es de las fotos, todas son mías.
Lo que antes eran campamentos de mercaderes con sus dromedarios y sus burros hoy en día son montones de caballos con sus dueños esperando a poder transportar a los turistas los 250 metros que hay hasta el principio del Siq. (el desfiladero que conduce a Petra)
Penetrando la barrera de roca.
El camino del pueblo de Wadi Mousa (Valle de Moisés) a Petra pasa primero por un amplio valle situado entre pálidas montañas de arenisca. En árabe se le llama Bab as-Siq (Puerta de la Garganta), porqué conduce a la fabulosa garganta natural en la roca llamada Siq, la más dramática de las entradas a Petra.
Cuando el Bab as-Siq se estrecha y el camino tuerce, tres curiosos monumentos esculpidos en la roca en forma de torre cuadrada se yerguen cual sólidos centinelas. Se les conoce como “Bloques Djinn”. Los Djinn son espíritus malvados del folclore árabe.
El nombre árabe para los bloque Djinn “Sahreej” es más prosaico, y significa “cisterna”, lo que no es cierto puesto que son tumbas-torre.
Bloques Djinn
Un poco más adelante y al otro lado del camino se puede ver la asombrosa fachada de la “Tumba de los Obeliscos”.
Justo debajo de ella está el “Triclinio Bab as-Siq”, esta es una de las muchas salas que hay en Petra dedicadas a banquetes en honor a los muertos.
Tumba de los Obeliscos.
Una inscripción en nabateo y griego situada en una roca enfrente de la Tumba de los Obeliscos señala el lugar del sepulcro de “Abdmank, hijo de Akayus”
Con el fin de evitar que las aguas torrenciales invadieran el Siq, construyeron una presa antes de la entrada, y un túnel de 88 metros de largo por el que se desviaba el agua.
En la misma entrada al Siq había un arco, que se cayó hacia 1895. Solo quedan restos en las paredes.
Solo los dibujos de David Roberts (1839) nos dan una idea de como era el Arco del Siq.
El SIQ.
El desfiladero en si mismo es todo un monumento natural de estrechas paredes que se elevan abrumadoras. Forman un estrecho pasadizo muy fácil de defender.
En algunos tramos se puede ver el suelo empedrado original.
Se puede apreciar perfectamente el sistema de conducción de agua que abastecía a la ciudad de Petra.
Por la derecha el agua iba a presión mediante una tubería de cerámica, todavía se pueden ver restos de esa tubería.
Los colores de Petra
Una extensa gama de colores de la roca que pasa por todos los tonos de rojo, morado y ocre aumentan todavía más su fascinación.
Los más llamativos que yo vi estaban en……..¡Unos baños públicos! Sí, sí, donde se hace pipí y popó.
El TESORO
Ha cambiado muy poco desde la descripción de los Comandantes de la Marina Británica, Charles Irby y James Mangles, tras su primera visita en 1818. “No sabemos con que comparar esta escena” añadieron “Puede que no exista nada en el mundo que se le parezca”.
Y…..añado yo: ¡Es verdad!
Es con razón el monumento más famoso de Petra. Después de atravesar el Siq, de repente salimos a un patio natural, y nos encontramos cara a cara con la resplandeciente perfección del TESORO. Su intrínseca fachada excavada profundamente en la roca está enriquecida con una serie de dioses nabateos y personajes mitológicos.
En el centro del “tholos” (la sección circular situada en medio del frontón partido en la parte superior de la fachada) está la figura erosionada de una diosa sujetando el cuerno de la abundancia con su brazo izquierdo.
La urna que hay encima del Tesoro se encuentra agujereada por balas disparadas por los beduinos del siglo XIX al intentar conseguir el tesoro legendario, que según una leyenda, estaba escondido en este lugar.
El Siq Exterior
Al final del Siq exterior las tumbas proliferan de tal manera que parece como si todas las paredes disponibles hubiesen sido asignadas al honor de los muertos nabateos
Tumbas 69, 70 y 71, en el Siq Exterior, como un muestrario de las ideas decorativas de los nabateos.
Tumba de “Uneishu” principal ministro de la reina “Shaqilat”
Tumbas en las Calles de las Fachadas, calles íntimas diseñadas con el propósito de facilitar la comunicación con el más allá.
El gran teatro, situado en medio de una necrópolis, fue excavado en la roca por los nabateos durante el cambio de milenio. El auditorio tenía un aforo cercano a las 5.000 personas.
La tumba de la urna. Los beduinos creen que fue un tribunal de justicia y que había una prisión bajo los pórticos que la sostienen.
A mediados del siglo V esta tumba fue convertida en una iglesia.
Tumba de la seda. Cuyos vivos colores se asemejan a vetas de seda.
La Tumba Palacio (izquierda) y la Tumba Corintia, excavadas en la cara oriental de “Jabal al-Khubtha”.
La Vía Columnada, vía principal de la Petra antigua, orientada en dirección este hacia las tumbas reales. Debajo de estas losas se encuentran los restos de casas sencillas, casas nabateas, algunas del siglo IV a.C.
El templo nabateo “Qasr al-Bint”, se yergue al final de un largo témenos pavimentado al cual se accedía por la Puerta Témenos.
Está construido con tecnología antisísmica. Las líneas horizontales son de madera para amortiguar los temblores de los terremotos, frecuentes en esta zona.
El árbol más viejo de Petra. Tiene más de 500 años.
Petra es impresionante, totalmente recomendable, yo diría que imprescindible. La visita dura un día entero, sino se entretiene uno mucho. La “panzada” a caminar es de “órdago”, y el calor aprieta en condiciones (no es recomendable ir en verano). La afluencia de turistas es masiva. Es el primer atractivo turístico de Jordania.
Un saludo
Puente
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