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Foker DR1 de Fernando Bielsa.









Un saludo
Puente

Bueno, Puente no me da tregua.

Qué os puedo contar que no sepáis ya de mi viejo y querido DrI.

Se trata de mi primera maqueta a gran escala que, allá por 1997, tuve a bien construir aprovechando un recién adquirido Zenoah 62 cc. La escala me vino dada por la potencia del motor, así que cogí mi CAD y con mucha paciencia comencé a dibujar el plano basándome íntegramente en trípticos y documentación de la época. El plano y despiece son, por tanto, de diseño personal, ya que un estudio aerodinámico del avión me aseguró que podía volar perfectamente sin modificar los momentos ni las superficies de una forma significativa. Así que, aunque revisé algunos planos comerciales de aquél entonces, la escala 1:3,4 se salía totalmente de lo conocido hasta la fecha.

La construcción es básicamente igual que el avión original, con sus dobles largueros de ala y refuerzos, montantes, celosía del fuselaje, etc., todo en madera, con lo que os puedo asegurar que la construcción es realmente entretenida. Como el espacio interior es considerable, me atreví incluso a dar vida a las palancas del piloto, por lo que tanto los pedales de dirección como la palanca central se mueven con las superficies de mando. No tengo mucho que añadir de la construcción, ya que quien haya construido varios aviones en madera, no tendrá grandes dificultades para hacerse un triplano, pero eso sí, que se arme de grandes dosis de paciencia porque el avión se las trae.

El resultado es realmente espectacular, ya que sus dimensiones y formas no dejan indiferente a nadie a pesar de que han pasado dieciséis años de su puesta en vuelo. Todavía me acuerdo de su puesta de largo en el encuentro de grandes maquetas de Aranjuez en 1998. Anda que no ha llovido. Por aquél entonces creo que era el Fokker DrI más grande de España, que lógicamente se ha visto superado posteriormente por otras maquetas o kits comerciales.

Donde sí que tengo que hacer más hincapié es en el vuelo. No es un avión recomendable para pilotos poco experimentados en maquetas de la primera guerra, ya que tiene unas particularidades especiales que hacen que se vea poco en nuestros campos de vuelo. Aunque en el aire es un avión noble y sensible al mando que exige volar con los tres ejes, el despegue no es sencillo. Con la cola apoyada, el mando del timón de dirección es prácticamente ineficaz, por lo que si aceleramos bruscamente o muy lentamente, el avión se desviará por acción del viento o torque de motor y nos capotará con bastante seguridad. Así que yo recomiendo acelerar progresivamente con la profundidad a picar, para que levante la cola lo antes posible sin olvidar el realismo de vuelo. Una vez en esa posición, ya dispondremos de todo el mando de dirección a nuestra discreción y el avión se irá al aire de forma controlada y majestuosa.

Otro tema, no os empeñéis en despegar con viento cruzado, es decir, sin encarar el avión al viento. El capotaje, como mínimo, está asegurado. Así que, si el viento no está encarado a las condiciones de la pista, mejor no despegar.

Lo mismo ocurre en el aterrizaje. Es preciso encarar bien el avión al viento, venir con algo de motor y picando ligeramente para apoyar el modelo sobre el tren principal primero, dejarlo correr y controlar con dirección hasta que apoya la cola. Levantad la cola todo el tiempo que podáis, porque una vez en el suelo, si el modelo lleva aún velocidad, es fácil que meta un ala y capote. Dejad los aterrizajes a tres puntos para cuando seáis expertos en el DrI.

¡Ah! Se me olvidaba, nada de aterrizar en asfalto. Estos aviones son amantes de la tierra o hierba, lo cual amortigua el aterrizaje y evita en gran medida que capote.

Dicho todo esto, espero no desanimar a nadie con este modelo. Es un avión muy serio de pilotaje, pero las satisfacciones que proporciona son enormes. Os podéis imaginar por qué, a pesar de los vuelos que lleva y de lo habituado que estoy a él sigo emocionándome cada vez que lo saco a pasear.

Fokker DrI forever.

Si queréis más detalles de mi avión, estoy a vuestra disposición